No cabe duda que el filme más polémico en los últimos tiempos a niveles de crítica en internet, que es donde hoy por hoy se gestiona la verdadera crítica cinematográfica, ha sido Sucker Punch. Su director, el siempre sorprendente Zack Snyder, ofrece uno de esos filmes que el espectador duda en más de un momento si se encuentra ante un producto nefario o una autentica obra maestra. Eso hermana al director con cineastas bizarros como Takashi Miike y uno ha de reconocer que la mayor parte de las veces que un filme coloca a alguien en una disyuntiva tal lo más probable es que sea una obra maestra. Pero lo que me interesa aquí es por que a mi como espectador me provocó esa duda valorativa que hacía que el visionado del filme me pareciera fascinante. Y la respuesta que obtengo es que el filme dinamitaba diversas barreras y ahí construye su grandeza.
1. División entre Baja/Alta cultura: Sucker Punch (que se puede traducir como Golpe Bajo) se vende como un blockbuster (lo que los situaría en un nivel un tanto low brow) y de hecho la acumulación de efectos, escenas espectaculares y el maniqueismo de los personajes parece que cumple esa función. A la par que eso el filme muestra un desprecio por las reglas elementales de lo comercial (empatización con los personajes, coherencia narrativa, enganche con las expectativas del espectador) que casi parece que Zack Snyder se convierta en una suerte de Kubrick «redneck» (como con sorna alguien le ha bautizado) o incluso más lejos: una especie de Godard (que jugaba con los generos y lo narrativo de forma burlona) o Apichatpong Weerasethakul (que rompe los códigos narrativos como le da la gana). Sin embargo el filme tiene una evidente fascinación por las expresiones de cierta «degradación» de la cultura de masas (fotos de victoria´s secrets, arcade, peliculas de Uwe Boll, blandiporno, videoclip de Britney Spears, series teen, universo playboy…) que no hace sino chocar con los elementos más «respetables» que el filme utiliza (El Gabinete del Doctor Caligari, Terry Guilliam, Moulin Rouge, canciones gafapastas, Cabaret, Brecht, Norman Rockwell…), con lo que el filme, lejos de estar en comodas y amables posiciones mid cult, se situa en una tensión que ha hecho que algunos consideren al filme una apoteosis de lo chorra y del mal gusto.
2. Narrativo/Antinarrativo: el filme se estructura en tres niveles de realidad, lo que lo hermana con Inception. Pero donde Nolan intentaba establecer un discurso de narratividad comprensible y en última instancia cerrado (por muchas ambiguedades que la pelicula estableciera para hacer que el público hablará del filme un ratillo despues al salir de la sala), Snyder parece despreciarlos. Cada nivel diegético parece una excusa para mostrar otra cosa, para cambiar de película, para ocultarnos lo que quizás el publico querría ver (el nivel del burdel oculta el drama de abusos sexuales que sufren la enfermas del manicomio, el nivel de las aventuras de videojuegos ocultan los numeros eróticos que las protagonistas realizan asi como el plan de escape a lo Prison Break que parecen intentar llevar a cabo y que nunca se entiende del todo). De esa forma los niveles estorban en elementos de comprensión y enganche narrativo, asi como escamotean los elementos eróticos, por lo que dichos niveles estorban en lo narrativo y en lo espectacular. Y sin embargo al final Snyder establece un final imposible, que tanto cambia de protagonista, como da una coda feliz con mensaje y que uno percibe como absolutamente falso, (un poco al estilo Terciopelo Azul de David Lynch)aunque extraña e inquietantemente coherente, como el final de El Gabinete del Doctor Caligari.
3. Lo Representado/lo no Representable: El filme comienza ya en un teatro y su total expresionismo fotográfico, escenográfico y digital lo hermanan con el filme total y la mostración de la representación (a lo Luhrman o Coppola). Pero la representación (primer nivel: manicomio) da pie a otra representación (el burdel/cabaret) que a su vez da pie a otra (las fantasias de los bailes de la protagonista). Asi el filme escamotea los aspectos sexuales (lo irrepresentable en un filme PG-13) a la vez que despieza la narración en intro de videojuegos (el primer nivel), escenas cinematicas (el burdel) y las secuencias de juego (las fantasias). Además la pelicula desnuda lo que tienen en comun el cine porno, el cine de acción y el cine musical: una excusa narrativa para mostrar un numero. En este caso las set pieces de acción simbolizan unos numeros musicales que señalan una cierta escena sexual. Pocas peliculas muestran el aspecto pornográfico del cine de forma tan aparentemente inocente.
4. Deseo masculino/Denuncia femenina: El filme de Snyder vehicula muchas ideas en torno a lo Masculino y lo Femenino. Las protagonistas estan evidentemente sexualizadas según unos canones muy relacionados con fantasias sexuales masculinas. Por otro lado el filme pone siempre en relación el dominio masculino como castrador y la lucha de las chicas por escapar como liberación. Incluso Snyder pone al John Hamm (el Don Draper de Mad Men) en un doble papel de simbología masculina reveladora: Es tanto el gran macho que todos esperan el burdel como el negligente medico lobotomizador de chicas. Y sin embargo, como bien apunta este post, en última instancia todo puede ser una fantasía misogina de un director del que se ha sospechado una cierta fascinación filogay no del todo asimilada (el organista homosexual con tacones en Amanecer de los Muertos, los abdominales espartanos y Jerjes y su latigo en 300, Ozymandias y el pene azul del doctor Manhattan en Watchmen,el joven buho que mira embobado a los guerreros lechuzas en Gahoole).
Snyder es un cineasta que establece nuevas cotas en el cine postmoderno y del que sólo puedo esperar que va a hacer con Superman, supervisado por Nolan. Un cineasta excesivo, ultramanierista, irónico, ambiguo, macarra, friki y Connoisseur…